"Su significado es «camino de la cruz» y se refiere a las diferentes etapas o momentos vividos por Jesús desde el momento en que fue aprehendido hasta su crucifixión y sepultura. La expresión se usa también comúnmente para expresar todo tipo de dificultades que se presentan en la vida cuando se quieren alcanzar ciertos objetivos. "
Así se podría resumir mis últimos meses. Pocas ganas, tiempo y preocupaciones que me han ido alejando de poder dedicar algo más de tiempo e intensidad a correr. Pero el objetivo es lograr integrarlo en todo eso.
Como siempre ocupo algún día a la semana lograron convencerme fácilmente .El plan era fácil, yo me marcaría mi ritmo y mi objetivo era subir "tranquilamente" desde la Alberca , hasta la Peña de Francia. El resto del grupo quizás continuaría algo más y yo iría bajando con tranquilidad para preparar el avituallamiento. Mi forma era pésima, 6 días de nuevo sin calzarse las zapatillas, pero muchas ganas en las piernas y sobre todo en la cabeza.
El día antes se nos cayó de la convocatoria uno de los integrantes. Cambios de guardias a última hora, pero las obligaciones mandan. La temperatura era ideal. Salimos con 2º grados de Salamanca, pero en el momento de salir, ya teníamos un sol radiante y la temperatura era cercana a los 10 grados. Algo de ropa en la mochila, mucha agua y desprendidos de casi todo lo que llevábamos para esos primeros kilómetros.
La salida es fácil, camino entre pinares, al lado el río Francia que cuidadoso va bajando amenizando el camino. La senda es fácil para ir calentando y preparándose para el desnivel que nos espera.
La lección de hoy en este punto, es que nunca se puede descuidar la pisada. Un tropezón tonto te puede llevar al suelo , aún cuando no haya motivos aparentes para hacerlo. Tras el susto , pequeñas curas y maldiciones, Alejandro nos anima a seguir la ruta. "Un ultra es un ultra.....si te caes te levantas y sigues adelante" (A. Piriz ;-D).
Los pinos nos dejan de proteger tras cruzar el río, y podemos comprobar lo poco acostumbrados que estamos a las altas temperaturas. El sol ya se va notando y sólo una pequeña brisa te ayuda a seguir ya en progresión cada vez más ascendente.
Km 5 y empieza la ascensión ya siempre con vistas al Santuario y a su característica antena repetidora que hace llegar a esta zona la señal de la caja (ya extraplana) tonta. Las vistas a cada paso son mejores y la por supuesto el desnivel es mayor.
Poco a poco el "asfaltero", va conociendo que no siempre se puede volar y que muchas veces es mejor dar unas zancadas amplias andando es más efectivo. Así voy subiendo, muchos tramos mezclados de trote con pasos a pie.
Apenas paramos para reagruparnos, beber un trago de agua y seguir subiendo. Ya en el último tramo, el camino se abre, aparece algún coche que sube por la carretera y se presenta ese famoso "vía crucis".
Para mi la subida tiene un carácter especial. El cambio es notorio, hace ya unos cuantos años, la subí por la carretera, por asfalto en una prueba no competitiva que realiza uno de los clubs más "veteranos" de Salamanca. En aquella ocasión la gané, marcando un récord que se mantendría unos cuantos años. Hoy no he parado, las circunstancias son otras, hemos cambiado la carretera por el sendero. Las voladoras, por las zapatillas de trail. Los tirantes por la manga corta y el pulsómetro por la mochila.El objetivo siempre es el mismo , superarse a uno mismo y disfrutar haciéndolo.
Como siempre agradecido a la compañía, que me animaron y siempre ponen la confianza en mí . Agradecido a los que ese día no pudieron y se quedaron en casa (o más bien en sus obligaciones). A los que me esperaban, y sobre todo a la pequeña razón que hace que esto me cueste más pero que también me anima a seguir, demostrándome que siempre se puede sacar una sonrisa tras un momento malo.
La recompensa posterior nunca falta. Todo un clásico para estas salidas.
